🍃 Muchos de nosotros pasamos gran parte de nuestra vida intentando cambiar a todo el mundo. No nos gusta la manera de ser de determinada persona y creemos que es mejor la nuestra, no nos gusta cómo se comporta nuestra pareja y nos la pasamos todos los días recriminándole que podría cambiar o en palabras más dulces mejorar y así nos haría más felices, no nos gusta cómo es nuestro jefe y pensamos todo el tiempo que nosotros podríamos hacer mejor su trabajo; nos parece en resumen que el mundo necesita más personas como nosotros y menos como los que están ahí afuera.
🍃 Pero qué pasa, si nos damos cuenta que todos a quienes queremos cambiar, que toda nuestra necesidad de control, todo nuestro deseo de tener la razón, no es más que una respuesta inconsciente a nuestro propio interior. Bien dicen que lo que nos molesta de otros, guarda lo que nos molesta de nosotros mismos, es la proyección de nuestro inconsciente que se materializa en la actitud, la reacción, la respuesta o el comportamiento de quien vemos frente a nosotros y que con ímpetu queremos cambiar.
🍃 De qué nos sirve intentar cambiar a otro, cuando no nos hemos dedicado el tiempo necesario para mejorarnos a nosotros mismos. Si nos ponemos a pensar, la necesidad de cambiar a otros solo nos genera desgaste emocional y mental; la necesidad de querer que todo se haga desde lo que nosotros consideramos correcto, solo nos lleva a enfrentarnos diariamente a un sin número de situaciones que nos desgastan, podemos pasar años de nuestras vidas intentando forzar a las personas a que se comporten como nosotros queremos que lo hagan…
🍃 Y al final, esto solo nos generará resignación, alejándonos profundamente de la plenitud de vivir fluidamente la vida y nuestras relaciones. Por eso, la invitación es a permitirnos el goce de no intentar cambiar a nadie, todo es como es y como tendría que serlo. Permítete, por el contrario, iluminar desde tu propio ejemplo a todos a quienes te rodean, permítete ser luz para otros porque así lo estarás siendo para ti mismo.
🍃 Iluminar significa bendecir la vida de los demás y reconocer que todos vinimos a este mundo con una serie de lecciones que solo cada uno podrá recorrer, aceptar y superar. Lo único que podemos hacer por los demás es iluminarlos con nuestro ejemplo y abrazarlos desde el amor, aceptando quienes son y el para qué están en nuestras vidas. –Luiza Zambrano-
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