Está demostrado: ayudar a los demás de forma desinteresada te hará sentirte bien contigo misma/o, y esto sin duda es fundamental a la hora de mejorar la autoestima.

Realizar un pequeño gesto de generosidad tiene un efecto recíproco hacia tu persona, una sensación de integridad que te regala un momento de plenitud.

Cuando lo hagas, sé receptiva/o al agradecimiento: te mereces ese pequeño reconocimiento y no aceptarlo es infravalorar el gesto.

La intención de este ejercicio, es que hagas algo por alguien, hoy por ellos, mañana por nosotros. Agradece que en este momento estas en el lugar del que ayuda. Por ejemplo: Suministra esa recomendación o idea de algún amigo que te pidió ayuda u opinión de un tema específico. Si vibras con esa persona que te ha pedido ayuda económica y tienes como apoyarlo, no lo dudes, hazlo. Acompaña a esa amiga al médico que te lo ha solicitado. Refuerza la valía de ese gran ser humano que aprecias, como un amigo o un familiar, escribiéndole lo incondicional que eres con él,  para que ayudes a fortalecer a esa persona con su amor propio.