Día Nro 17: Orar y bendecir.

Llegamos al día de conocer cómo incorporar el espíritu en el día a día. Una manera excelente es orar y bendecir. Es una herramienta muy potente porque nos conecta directamente con el corazón, con los hilos invisibles, que no se ven con los ojos, pero sí con el corazón; no se pueden tocar, pero están allí y se siente su fuerza cada vez que lo deseamos. Los hilos invisibles, se refiere a emociones y sentimientos que surgen tras el contacto, las experiencias y vivencias con las personas en nuestro entorno. Es como imaginar la conexión con nuestra madre a través del cordón umbilical estando en su vientre, solo que al hablar de emociones y sentimientos los retratamos con Hilos Invisibles. Hablar, hablar en el pasado con gratitud.

Aquí me gustaría hablar de mi mamá que era la reina de orar y bendecir. Hasta tal punto que me acuerdo, cuando nos robaron en mi casa materna, casi todas nuestras cosas se le llevaron en un fin de semana que salimos a visitar a la familia, cuando apenas tenía quizás 7 años, su primera reacción cuando nos dimos cuenta, fue: que Dios bendiga a esas personas que nos han hecho éste robo, lo deben necesitar más que nosotros.

Y cuando era pequeña y le hacía preguntas sobre Dios y el Ángel Negro, era tan honesta y simplemente, no sabía las respuestas, y obviamente, me digo hoy en día, para qué iba a querer creer en algo que no me sentía bien. Nada de dogmas, juicios; era súper pragmática, me decía: “déjate de tonterías, haz lo que te sienta bien y listo”. Te cuento eso porque lo encontramos inspirador poder orar y bendecir incluso en momentos que no parecen bendecidos.