🔮 Al despertar, bendice tu jornada, porque ya está desbordando una abundancia de bienes que tus bendiciones harán aparecer. Bendecir significa reconocer el bien infinito que forma parte integrante de la trama misma del Universo y lo único que espera es una señal tuya para poder manifestarse.
🔮 Bendice a tu familia, vecinos, amigos, conocidos y a todas las personas que llegan a tu vida. Cuando alguien te muestre agresividad, cólera o falta de bondad, responde con una bendición silenciosa. Bendice totalmente, sinceramente, gozosamente, porque esas bendiciones son un escudo que los protege y cambia de rumbo la flecha, si te han disparado alguna energía discordante.
🔮 Bendecir significa desear y querer incondicionalmente, totalmente y sin reserva alguna el bien ilimitado – para los demás y para los acontecimientos de la vida – haciéndolo aflorar de las fuentes más profundas y más íntimas de tu ser. Esto significa venerar y considerar con total admiración lo que es siempre un Don del Creador, sean cuales fueren las apariencias.
🔮 Quien sea afectado por tu bendición es un ser privilegiado, consagrado, entero. Bendecir significa invocar la protección divina sobre alguien o sobre algo, pensar en él con profundo reconocimiento. Significa también llamar a la felicidad para que venga a él.
🔮 Bendecir significa reconocer una belleza omnipresente, oculta a los ojos materiales. Es activar la ley universal de la atracción que desde el fondo del universo traerá a vuestra vida exactamente lo que necesitas en el momento presente para crecer, avanzar y llenar tu vida de gozo.
🔮 Mantén en ti ese deseo de bendecir como una incesante resonancia interior y como una perpetua plegaria silenciosa, porque de este modo serás de esas personas que se convierten en artesanos de la paz que descubren por todas partes el rostro mismo de Dios.
🔮 Y por encima de todo, no te olvides de bendecir a esa persona maravillosa, absolutamente bella en su verdadera naturaleza y tan digna de amor, que eres tú mismo. – Marisol Garrido– Consejos del Conejo.