🔮 Soy de esas personas raras que piensa que la riqueza no se halla en ningún bien material. Rico es quien invierte en el respeto, quien practica la bondad sin mirar a quien. Millonarios son los que cuentan con el respeto y el cariño de sus amigos y familiares.
🔮 Los pensamientos, valores y actitudes son los que conforman nuestra auténtica piel, esa que se ve desde el exterior y que nos identifica en el trato cotidiano. Quien entiende de respeto, destaca y consolida grandes vínculos, pero quien cultiva una mente inflexible y rencorosa, cosecha desconfianza.
🔮 Las victorias hechas desde el corazón nos hacen ricos.
👉🏼 En los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro hubo una escena que dio la vuelta al mundo y nos conmovió a todos. Abbey D’Agostino atleta de Estados Unidos y Nikki Hamblin de Nueva Zelanda, chocaron durante un momento en la final de 5.000 metros. La neozelandesa hubiera podido apurar sus opciones recorriendo la distancia perdida. Sin embargo, no lo hizo. Se detuvo y decidió ayudar a su contrincante, al final, las dos atletas recorrieron los pocos metros que faltaban hasta la meta entre lágrimas, dolor y mucha emoción. acto de bondad consigue que dos personas lleguen a la meta de la vida. No una, sino ambas. Así pues, más allá de esas estrategias evolucionistas donde solo el más fuerte sobrevive, hay muchos más actos que se basan en la empatía y la colaboración antes que en la depredación.
🔮 Ser pobre de mente y corazón es desperdiciar la vida.
👉🏼 Se trata de “ser y dejar ser”. Porque quien es pobre de mente valores y afectos desperdicia su vida. Es como un elemento extraño que al final, en el desenlace de su vida, descubre su propia soledad. Envuelto en el velo de la amargura llega a la sutil conclusión de que el mundo va en su contra. Que nadie valora lo que es y lo que ha hecho.
🔮 Aunque en cierto modo es así. La bondad siempre vence a la indiferencia y la deja de lado. Tal vez, y en cierto modo, somos como esas bandadas fascinantes de estorninos que avanzan en la vida como en una coreografía, sincronizados, seguimos creyendo en la nobleza del ser humano. – Valeria Sabater – Consejos del Conejo.