1️⃣ Siéntate o acuéstate cómodamente.
2️⃣ Toma una respiración profunda y al exhalar, céntrate. Luego, en cada exhalación, dí “calma”. Repite esta palabra todas las veces que desees, hasta que te sientas realmente relajado/a.
3️⃣ Visualiza y percibe la sensación de la parte exterior de tu corazón. ¿Se siente suave y sano, o de algún modo, áspero, golpeado, roto, herido o lastimado?
4️⃣ Siente adentro de tu corazón. ¿Está lleno de dolor, enojo o celos? ¿Hay viejas situaciones encerradas allí dentro, sin resolver, a la espera de ser sanadas?
5️⃣ Invita a los ángeles sanadores que lleguen en ese momento a tu espacio. Hazlo convencido/a de que así será, pídeles que sanen tu corazón y siente cuántos aparecen para ayudarte.
6️⃣ Permítele que te suavicen, te enmienden o sanen tu corazón de la manera en que ellos deseen.
7️⃣ Permite que se lleven tu corazón hacia una hermosa cascada. Mientras mantienen tu corazón dentro del agua, siente y observa cómo las viejas heridas van lavándose y desapareciendo.
8️⃣ Los ángeles están elevando tu corazón hacia la Fuente para ser bendecido. Relájate y sé receptivo/a y abierto/a a cualquier cosa que sientas que pueda suceder. Envía tu agradecimiento por todo lo que hayas recibido.
9️⃣ Ábrete para recibir de vuelta en tu cuerpo tu corazón purificado y bendecido. Siente cómo los ángeles te acarician el aura, afín de que cuando te cierres, te sientas a salvo.
🔟 Cuando estés listo/a, abre tus ojos y concéntrate en pensamientos amorosos.