🔮 Muchas veces, estamos en un punto de nuestra existencia en el que uno es consciente de que le falta algo. Es algo más que la clásica sensación de vacío; es básicamente, insatisfacción. No importa que tengamos un buen trabajo e incluso pareja estable. Hay algo que desafina y que cala en nuestro interior. Consciente de que necesitamos algún tipo de cambio, pero no sabemos cuál. Estas serían algunas claves para determinarlo.
1️⃣ Deja a un lado los «debería» para centrarte en los «deseos».
Estamos determinados por las presiones externas y expectativas de nuestro entorno. Estamos tan pendientes de lo que hay fuera de nosotros que hemos olvidado lo que desea nuestro interior. Es momento de desnudar presiones, ansiedades, obligaciones… Preguntémonos qué necesidades, que deseos tenemos aquí y ahora.
2️⃣ ¿Cómo quieres verte dentro de un año?
Sabes lo que tienes ahora, lo que te define, lo que haces y te rodea. Pongamos la mirada en un horizonte relativamente cercano: dentro de un año.
👉🏼 ¿Cómo te ves? La persona que estás visualizando ¿es la que deseas ser?
👉🏼 ¿Dónde estarás? ¿A qué dedicarías tu tiempo?
👉🏼 Ahora piensa… ¿Deberías hacer algún cambio a partir de ahora para convertirte en esa persona futura?
3️⃣ Para saber lo que quieres en la vida clarifica tus valores cada cierto tiempo.
Si deseas saber lo que quieres en la vida es momento de actualizar tus valores. Puede que hasta no hace mucho te definiera la justicia, la familia o la compasión. Ahora, puede que te identifiques más con la independencia, la cultura, la naturaleza. Es momento de reflexionar que inspira a tu mente y con qué se sintoniza ahora tu corazón.
4️⃣ ¿Qué harías si no tuvieras miedo ni condicionantes limitando tu realidad?
¿Qué harías si tuvieras ahora otras condiciones (si fueras más joven, si tuvieras menos miedo, menos inseguridades)? Lo más probable es que vengan un sinfín de ideas, proyectos, nuevos caminos que sin duda iniciarías. Lo creas o no, hay términos medios en los que puedes situar tu mirada y tus expectativas. Solo hace falta clarificarlos y apagar la presencia de los miedos para encender el motor de las ilusiones.